Extracto del seminario web NAIS: Esperanzas y temores
Cuando llega el momento de elegir un colegio para su hijo, las opciones pueden ser abrumadoras. ¿Lo envía a un colegio público, donde se encontrará con niños de todas las clases sociales? ¿O los envía a un colegio privado e independiente, donde quizá le guste más el estilo de enseñanza? Ambas opciones tienen aspectos positivos, y puede resultar difícil decidir qué es lo mejor para su hijo. A continuación te presentamos las ventajas de los colegios públicos y privados para que puedas decidir con conocimiento de causa qué es lo mejor para tu familia.
Decidir a qué colegio enviar a sus hijos es una de las decisiones más importantes que puede tomar una familia. Es posible que siempre haya pensado que iría por un camino determinado. Por ejemplo, si el colegio público más cercano parece bueno, puede parecer la opción obvia. Pero si puede permitirse pagar un colegio privado, tal vez le parezca que debería dar a su hijo otro tipo de educación. Tal vez su hijo muestre cierta aptitud, interés o talento en una asignatura concreta, en cuyo caso le convendría encontrar un colegio que lo fomente eficazmente.
Parte 2: Dirigir un colegio privado es el negocio más rentable
Quince años después, el dilema que he descrito no ha hecho más que agravarse. En la actualidad, en todo el sistema educativo estadounidense prevalecen los planteamientos empresariales, que han adquirido cada vez más fuerza en los colegios independientes. Sin embargo, las escuelas siguen siendo decididamente no corporativas en prácticamente todas las dimensiones de su funcionamiento; los esfuerzos de los administradores para fortalecer sus escuelas no pueden tener éxito si ignoran esta realidad. Parece apropiado, por tanto, volver a plantear el dilema.
Este énfasis no es ni malintencionado ni irrelevante. ¿Por qué los miembros de los consejos de administración no aportarían a su gestión los enfoques basados en datos y los supuestos sobre la motivación del rendimiento que prevalecen en sus empresas? De hecho, muchos consideran que esto es precisamente lo que se necesita, dados los nuevos retos de mercado a los que se enfrentan las escuelas independientes. El colapso financiero de 2008 causó un amplio y profundo daño a las matriculaciones y a las dotaciones. Muchas escuelas no se han recuperado del todo y algunas temen que no lo hagan. Muchas otras se han recuperado, pero se sienten inquietas ante el futuro. Esta vulnerabilidad ha intensificado la atención de muchos miembros de los consejos de administración sobre la propuesta de valor de sus escuelas. Quieren pruebas fehacientes de que la escuela se compara bien con sus competidores, está a la vanguardia y está dispuesta a tomar las medidas necesarias para fortalecer su posición, incluida la rápida eliminación de los profesores de bajo rendimiento.
Crear una escuela
Un colegio privado es autónomo y genera su propia financiación a través de diversas fuentes, como la matrícula de los alumnos, subvenciones privadas y donaciones. Una escuela pública está financiada por el gobierno y todos los alumnos asisten gratuitamente.
Gracias a la financiación procedente de diversas fuentes, los colegios privados pueden impartir una enseñanza superior al plan de estudios estándar, atender a un tipo específico de alumnos (superdotados, con necesidades especiales, de una religión o lengua concretas) o tener un plan de estudios alternativo como arte, teatro, tecnología, etc. Las escuelas públicas tienen que seguir el plan de estudios establecido por el distrito y no pueden negar la admisión a ningún niño de la zona escolar residencial.
Existen varias ideas preconcebidas sobre las escuelas privadas y públicas. Se suele pensar que los colegios privados son muy caros, elitistas y una mejor opción para acceder a buenas universidades. A menudo se piensa que las escuelas públicas son de mala calidad, menos disciplinadas y con un plan de estudios de baja calidad. Esta comparación ofrece una visión justa de ambos colegios para que los padres puedan tomar una decisión con conocimiento de causa.
Por qué los colegios concertados enfadan tanto a los estadounidenses
La creciente demanda y la necesidad de una educación de calidad han llevado al crecimiento de muchas entidades privadas en el campo de la educación. Las escuelas públicas no bastan para aumentar la tasa de alfabetización en nuestro país. Por lo tanto, para hacer esto posible, un enfoque PPP (Public Private Partnership) se está siguiendo en estos días para fomentar el crecimiento de las escuelas privadas y públicas.
Abrir una escuela privada es un negocio propicio y si se quiere que tenga éxito, es obligatorio estar preparado con un plan completo. Es importante disponer de información completa sobre la apertura de un centro escolar, conocer los documentos necesarios y tener planificada toda la infraestructura. Puede parecerle un proceso difícil y largo, pero al final sólo le reportará beneficios.
Si está pensando en invertir tiempo y dinero en este negocio, debe conocer el procedimiento general de apertura de un centro de enseñanza privado. Para prepararte, lee el resumen que te ofrecemos a continuación:
El primer paso es formar una junta o sociedad de personas interesadas en dirigir su centro de enseñanza. A continuación, registre su sociedad en virtud de la Ley de Reconocimiento de Sociedades, 1860. Es obligatorio registrarse para demostrar que la sociedad no tiene ánimo de lucro.