Arquitecto con licencia frente a arquitecto sin licencia
¿Qué es lo que más le gusta de ser arquitecto? “Me gusta la variedad que ofrece el trabajo. La arquitectura tiene muchas facetas: diseño, arte, ciencia, ingeniería, tecnología, patrimonio, derecho, urbanismo y sostenibilidad. El sector de la construcción siempre está cambiando y hay oportunidades constantes de aprendizaje y desarrollo profesional”. Me resulta gratificante ver mis diseños hechos realidad y oír a mis clientes decirme que les gusta vivir o trabajar en los edificios que diseño”. ¿Qué es lo que más le cuesta de la profesión de arquitecto? “¡Los aspectos del trabajo que más me gustan pueden ser también los más difíciles! Hay que estar al día de los avances del sector, como las nuevas tecnologías, los nuevos métodos de construcción y los cambios en la legislación, los códigos de edificación y los planes de distrito”. “A menudo hay que trabajar en varios proyectos a la vez y saber gestionar prioridades y plazos que compiten entre sí”. ¿Qué consejo le daría a alguien que quiere ser arquitecto? “Mi consejo sería que hablara con gente del sector y aprendiera todo lo que pudiera. La mayoría de los arquitectos están dispuestos a compartir sus experiencias”. Jennie Lee es arquitecta colegiada y asociada de Dalman Architects.
Ventajas e inconvenientes de ser arquitecto
En la actualidad hay en Alemania más de 134.000 arquitectos que trabajan como autónomos, empleados, funcionarios públicos o se dedican al negocio de la construcción (es decir, explotan, por ejemplo, una empresa de construcción bajo su propia responsabilidad).
El arquitecto presta servicios de consultoría, planificación y diseño por cuenta del cliente y supervisa y controla la ejecución de los planes con carácter fiduciario. Al inscribirse en la lista oficial de arquitectos, se comprometen a cumplir los estrictos principios de la profesión.
La lista oficial de arquitectos la mantienen los 16 Colegios de Arquitectos de los Estados federados, a los que el Estado ha encomendado la tarea de mantener dicha lista en calidad de organismos profesionales estatutarios.
La inscripción en la lista de arquitectos está vinculada a la protección del título profesional: Sólo pueden ejercer la profesión de “arquitecto”, “arquitecto de interiores”, “arquitecto paisajista” o “urbanista” las personas inscritas en la lista de arquitectos de un Estado federado. Estos títulos de trabajo están protegidos por leyes específicas para el comercio y sirven, a través del control de la cualificación, también a la protección de los consumidores.
Ventajas de un arquitecto
Los arquitectos crean casas, torres de oficinas, escuelas e iglesias. Tienen talento para el diseño, son conscientes de las tendencias sociales, tienen un gran sentido empresarial, sólidos conocimientos de ingeniería y entienden de leyes. La palabra “polifacético” podría haberse inventado para describir a los arquitectos.
El arquitecto de hoy puede trabajar solo o formar parte de una pequeña, mediana o gran empresa. Algunos arquitectos trabajan por cuenta propia. Otros pueden ser asalariados, empleados de la Administración, promotores inmobiliarios o grandes empresas.
El diseño o rediseño de una vivienda es una de las cosas más fascinantes e importantes que puede hacer un arquitecto. Las casas albergan las actividades cotidianas de familias e individuos. A veces ofrecen intimidad y cobijo. En ocasiones festivas, son lugares de hospitalidad abierta. Rurales o urbanas, en hileras o en apartamentos, las casas pueden usarse todo el año o sólo en vacaciones. Más allá de nuestras casas, la comunidad toma forma.
Los edificios antiguos añaden variedad a las calles de la ciudad y nos recuerdan nuestros vínculos con el pasado. El interés público por restaurar edificios antiguos es tan fuerte como la presión económica para reutilizarlos. ¿Cuál es el resultado? Los arquitectos utilizan técnicas e ideas modernas para renovar edificios históricos en todo Canadá.
Tasa de inscripción de arquitecto
Los requisitos profesionales para los arquitectos varían de un lugar a otro, pero suelen constar de tres elementos: un título universitario o una formación avanzada, un periodo de prácticas o formación en una oficina y un examen para registrarse en una jurisdicción.
Los profesionales dedicados al diseño y supervisión de proyectos de construcción antes de finales del siglo XIX no se formaban necesariamente en un programa de arquitectura independiente en un entorno académico. En su lugar, solían ostentar el título de maestro de obras, o agrimensor, tras haber trabajado varios años como aprendices (como Sir Christopher Wren). El estudio formal de la arquitectura en instituciones académicas desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de la profesión en su conjunto, sirviendo de punto focal para los avances en la tecnología y la teoría arquitectónicas.
Australia tiene un sistema federal de gobierno y la regulación de la mayoría de las profesiones se produce a nivel estatal y territorial. La profesión de arquitecto está regulada por ocho Consejos Estatales y Territoriales de Registro de Arquitectos, y cada jurisdicción tiene su propia Ley de Arquitectos (Ley) y Reglamento de Arquitectos (Reglamento). Los reglamentos son legislación delegada, normalmente elaborada por un Ministro en virtud de la Ley para aclarar o ampliar aspectos concretos de la regulación. Los ocho Architect Registration Boards son los propietarios del organismo nacional de normalización, el Architects Accreditation Council of Australia (AACA)[1].