Qué hacen los alumnos durante los recreos del colegio

Cuánto tiempo de descanso entre estudio y estudio

¿Alguna vez te has encontrado estudiando durante horas sin conseguir hacer gran cosa? ¿Sientes que no tienes tiempo para hacer una pausa, pero acabas navegando por el teléfono de todos modos? Contrariamente a la creencia popular, hacer pausas -si son las adecuadas- puede aumentar la productividad en lugar de reducirla. Este folleto explica cuándo hacer pausas, qué tipo de pausas hacer y cómo incorporarlas a tu día a día en función del tiempo de que dispongas, de lo que necesites obtener de tu pausa y de cómo te sientas.

Cuando estás trabajando o estudiando mucho, tu cerebro tiene que resistirse a las distracciones para poder concentrarse en la tarea que tienes entre manos. El córtex prefrontal es el principal responsable de este tipo de “trabajo mental”, ya que desempeña un papel fundamental en la capacidad de concentración, el pensamiento lógico y la resistencia a los impulsos. Este nivel de concentración se vuelve cada vez más difícil a medida que el cerebro gasta energía. En algún momento, necesitará recargarse para reponerse después de haber trabajado tanto.

Por esta razón, aunque pueda parecer contrario a la intuición, hacer pausas regulares puede ayudarte a ser más productivo que trabajar sin parar. Las pausas efectivas pueden ayudar a reducir tus niveles de estrés para que estés preparado para volver a concentrarte cuando vuelvas al trabajo. Hacer pausas mientras estudias puede incluso mejorar tu memoria. Si te sientes cada vez más frustrado o estancado en una determinada tarea a pesar de tus esfuerzos, puede ser una señal de que ha llegado el momento de descansar el cerebro y tomarte un descanso.

¿Qué hacen las pausas por los estudiantes?

Los estudios demuestran que hacer pausas intencionadas (de 5 a 60 minutos) para refrescar el cerebro y el cuerpo aumenta la energía, la productividad y la capacidad de concentración.

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¿Qué no hacer durante las pausas de estudio?

Si tienes que echarte una siesta durante la pausa de estudio, lo mejor es que sea rápida (no más de 20 minutos). Ver la televisión, navegar por Internet, jugar a videojuegos y otras actividades relacionadas con los medios de comunicación: estas actividades no favorecen la productividad, de hecho, pueden entorpecerla o hacer que te sientas más cansado de lo que estás.

¿Cómo da descansos a los alumnos?

Recuerde verbalmente cuánto tiempo queda para el descanso: “Volveremos al trabajo en dos minutos”. Una tranquila cuenta atrás de 10 segundos al final del descanso también puede ser útil para los alumnos. El cronómetro también puede ayudar a señalar el final del descanso para que los alumnos puedan volver a la clase.

La mejor pausa para estudiar

¿Qué mejor momento para repasar el material del curso que justo antes o después de clase? Diviértete cogiendo algunos colores y creando notas o fichas dignas de Pinterest. Hará que los exámenes sean un poco más llevaderos.

¿Tienes un amigo en clase con dificultades? Si conoces bien la materia, échale una mano y dale clases particulares. Si destacas en la enseñanza, también puedes solicitar trabajar para la AMS como tutor académico.

La afiliación a un club suele conllevar muchas ventajas, como el acceso a muchos eventos. Puedes llenar tus descansos con bailes, una exposición de arte o actividades de animación… las posibilidades son infinitas.

Tal vez estabas tan ocupado no procrastinando para la escuela que en lugar de eso procrastinaste con Netflix. (Tómate este tiempo para relajarte un poco. (Eso sí, no ocupes espacio de estudio para, bueno, no estudiar).

Pausas sociales en el trabajo

Uno de sus profesores le dijo que podía hacer un número cómico durante unos minutos al final de la clase por seguir las normas y completar el trabajo. Esto tuvo un enorme impacto positivo en el comportamiento de Jim en clase.

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Por desgracia, muchos niños no encuentran un valor intrínseco en la escuela. Sé que a mí no me importaba ir bien en la escuela hasta que a los 18 años me di cuenta de que no me iba a graduar si no me ponía las pilas.

Todos los niños son diferentes… algunos encuentran el valor en la escuela porque realmente quieren aprender y saber más, otros se preocupan por su futuro, otros quieren complacer a sus padres y profesores, y la lista continúa.

Luego tenemos a los alumnos que no sienten una conexión interna con la escuela. Es difícil esforzarse en algo que no te importa. Por mucho que les digamos que tienen que escuchar, que tienen que dejar de hablar, que tienen que terminar su trabajo, siguen con los mismos comportamientos.

Me recuerda un poco a cuando mi ex novio me hablaba de fútbol. No importaba cuántas veces me dijera que prestara atención, mi cerebro se iba automáticamente a otra parte, porque no había motivación interna para aprender sobre ello.

Qué hacer durante la hora del almuerzo en la escuela

Nos lo has oído decir muchas veces: los descansos para estudiar son importantes. En lugar de intentar empollar durante horas y horas, deberías tomarte descansos regulares. Sin repetirnos (demasiado), te ofrecemos algunas ideas, actividades y consejos muy divertidos sobre cómo aumentar tu energía.

Muchas personas ya han descubierto que tomarse un descanso entre las sesiones de aprendizaje es una buena manera de refrescar y reiniciar sus capacidades cognitivas y volver a los estudios con renovado vigor. Hacer pausas regulares es esencial para mantener un ritmo constante de estudio y obtener los mejores resultados posibles.

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Aunque haya mucha ciencia detrás de las pausas de aprendizaje, hay varias prácticas prácticas prácticas que nunca dejan de impresionar. Si no estás seguro de cómo hacer tus pausas, aquí tienes algunos consejos:

Si trabajas en grupo (o enseñando a un grupo), quizá quieras plantearte algunos juegos o actividades más estructurados para reactivar la energía colectiva cuando empiece a decaer. Los juegos son una forma estupenda de hacerlo y, por favor, no me frunzas el ceño, ¡nunca se es demasiado mayor para jugar!

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